Actualmente, las nuevas creencias que el consumo de cannabis (Marihuana) es una práctica menos dañina durante el embarazo e incluso considerada como sustituto del cigarro y otras drogas, se ha popularizado mucho en las mujeres embarazadas.
La gravedad del asunto radica en que las mujeres que la consumen, inclusive con cigarrillos y alcohol, no acuden a control y continúan sus hábitos sabiendo que se encuentran gestando.
Definitivamente, la marihuana no es ni debe ser considerada como una droga blanda, en algunos estudios se ha demostrado que tiene un efecto negativo en el embarazo, principalmente en el desarrollo del bebé, sus funciones cognitivas, su peso, su tamaño y además incrementa el riesgo de tener un parto prematuro.
Un bebé de parto prematuro y bajo de peso, tiene varias complicaciones que enfrentar en la vida fuera del útero, según algunos estudios cuando llega a la adolescencia son los casos que tienen más riesgo a la toma de adicciones y problemas en su maduración cognitiva, lo que se traduce a que puede dificultarles concentrase y tener menos tolerancia a las frustraciones.
Sin embargo, los daños que produce exclusivamente en la madre, no son relacionados con algo grave. En su mayoría, solo se destaca las consecuencias que ocasiona su consumo de manera simultánea con cigarrillos, alcohol y otras drogas.
Por otra parte, se debe tomar en cuenta que todo lo que le pasa a la mamá también suele afectar al bebé y se estima que alrededor del 10% de lo que consume en marihuana lo recibe él. Por ejemplo, si la mujer consume un cigarrillo al día el impacto es mínimo, pero si es una fumadora habitual de 10 cigarrillos, esto significa que el bebé consume uno.
Otro aspecto importante que hay que entender es que el consumo puede ser directo o indirecto. De manera que si la mujer dejo a un lado su consumo, pero su contexto, su medio social, se encuentran personas que sí lo hacen, ambos pueden verse afectados por el humo que aspiran.
Una vez que una mujer que está planificando quedar embarazada y es consumidora habitual de cannabis, debe asistir a una consulta pre-concepcional para disminuir y lograr suspender su consumo, previniendo así que se acumulen sustancias tóxicas en su organismo y afecten el embarazo.
Asimismo, es importante tener presente, en el caso de las madres que amamantan y consumen marihuana, que el componente THC (tetrahidrocannabinol) de la marihuana pasa del pecho de la madre al bebé; es decir, está incluido en la leche materna natural.
Sin duda, creer que no hay daños al consumir marihuana es estar fuera de la realidad. Lo mejor, lo correcto es que la embarazada no consuma marihuana.