Con el paso de los años, ha habido cambios significativos en la manera en que se abordan los prolapsos genitales. Actualmente, el hecho de tener esta condición no implica automáticamente que se deba recurrir a una intervención quirúrgica ya que la decisión sobre el tratamiento a seguir se basa en diversas variables que son evaluadas antes de tomar una determinación.
Así explica En Consulta Médica, Álvaro Silva Marcano, ginecólogo especialista en piso pélvico. “El manejo de los prolapsos genitales ha ido cambiando muchísimo con el paso de los años y las recomendaciones actuales, sugieren que los prolapsos, solo deben operarse cuando son de un tamaño importante o estadíos avanzados”, sostiene.
¿Pero qué es un prolapso genital?
El prolapso genital es una condición médica en la cual los órganos pélvicos de una mujer, como la vejiga, el útero o el recto, se desplazan y sobresalen hacia la vagina. Esta condición puede ocurrir cuando los músculos y tejidos que sostienen los órganos pélvicos se debilitan, lo que puede suceder debido al envejecimiento, el parto vaginal, la menopausia, la obesidad, la cirugía pélvica previa, o cualquier condición que aumente la presión intraabdominal.
Los síntomas de un prolapso genital pueden incluir sensación de presión o pesadez en la pelvis, dolor durante las relaciones sexuales, dificultad para orinar o defecar, y a veces, protuberancias visibles o sensación de un bulto en la vagina.
Los prolapsos no son una condición maligna ni potencialmente maligna. Nuestro especialista afirma que si no es grande, no causa molestias y no es maligno, no tiene criterio de cirugía.
Si no requiere operación ¿Cuál es el tratamiento?
Existen recomendaciones actuales que sugieren que la mayoría de los prolapsos responden muy bien a un tratamiento conservador que consta de tres pilares fundamentales:
- Ejercicios de rehabilitación de piso pélvico o kinesioterapia de piso pélvico
- Aplicación de estrógenos de manera tópica en las paredes vaginales para fortalecer y mejorar la calidad de esos tejidos.
- El uso de los pesarios vaginales, estos son dispositivos de distintos modelos y tamaños que se colocan dentro de la vagina y funcionan como tapón o barrera que impiden que el prolapso sobresalga a través de la vagina.